Reflexionamos con Margarita Álvarez, Paz Comesaña y Sara Vega sobre la evolución del papel de la mujer en el sector y las oportunidades de las nuevas generaciones.
Tres mujeres que pertenecen a industrias diferentes, pero con muchas similitudes. Todas ellas han conseguido posicionarse en los puestos directivos de grandes empresas y convertirse en referentes en sus sectores. Esto es algo que en la actualidad hemos podido normalizar, pero que no siempre ha estado, ni todavía está por completo, al alcance de las mujeres. Margarita Álvarez, Paz Comesaña y Sara Vega han sido reconocidas como referentes en el liderazgo empresarial. Pero, ¿cómo ha sido el proceso para llegar a este punto? Reflexionamos con ellas sobre las implicaciones de recibir un reconocimiento de esta envergadura, sobre sus carreras profesionales y recogemos algunas recomendaciones para las generaciones venideras.
«Las top 100 Mujeres Líderes en España»
El pasado 22 de febrero, el Teatro Real de Madrid acogía la gran noche del liderazgo femenino, representada en la gala de «Las top 100 Mujeres Líderes en España». Una jornada de reconocimiento a la labor de las mujeres en la sociedad que, en su décima edición, quiso nombrar también a diez mujeres como «honorarias de oro», elegidas entre las top 100 honorarias, que han sido votadas hasta en tres ediciones distintas.
«Me hace sentir, por cuarta vez, el “síndrome de la impostora”. Cada año me ha costado asumir que compartía lista con la Reina, con ministras, investigadoras, deportistas de élite, escritoras, filósofas o directivas a las que admiro profundamente», nos cuenta Margarita Álvarez, fundadora de Working for Happiness y consejera de AMKT.
Ella fue una de las grandes estrellas de la noche, obteniendo este preciado reconocimiento a su trabajo diario. Por ello, Álvarez traslada una enorme gratitud, no solo por el impacto en su carrera, sino también por lo que supone para el resto de mujeres. «Agradezco que exista una iniciativa como esta, en la que se visibiliza a tantas mujeres que están dejando un huella tan profunda en las nuevas generaciones», apunta.
La satisfacción de un trabajo reconocido
Este mismo agradecimiento es el que siente Sara Vega, directora de Marketing y Comunicación de Fnac y socia de AMKT, premiada en la categoría de «Empresarias», y más, en una edición tan destacada. «Es un honor, un orgullo, formar parte de una lista que es un referente y hacerlo en compañía de mujeres tan extraordinarias. Otro de los sentimientos es la gratitud; me siento muy agradecida de que se hayan fijado en mi trabajo y hayan pensado que puedo compartir espacio con personas tan brillantes. En definitiva, ha sido una gran noticia, estoy muy contenta y además, siendo el año del 10.º aniversario del ranking, todo ha sido extraordinario. Un momento para recordar», dice.
«Estamos fomentando la diversidad y la igualdad en las empresas y organizaciones y estamos creando un mundo más justo».
Paz Comesaña, directora de Marketing, Publicidad, CRM y Alianzas Estratégicas de EVO Banco.
Entre las premiadas, anualmente, se encuentran perfiles de todas las disciplinas. Esto, para Paz Comesaña, directora de Marketing, Publicidad, CRM y Alianzas Estratégicas de EVO Banco y socia de AMKT, supone todo un privilegio. «Es un gran orgullo y una enorme satisfacción, porque lo considero un reconocimiento a toda una carrera de fondo, en la que gracias a todas las personas que me han acompañado durante la misma, especialmente mi familia y mis equipos, me ha permitido llegar a ser considerada una top 10 directiva de España».
Por otra parte, considera que también «tiene una influencia muy positiva en el resto de mujeres profesionales, porque visibilizando el talento femenino que existe en España, estamos fomentando la diversidad y la igualdad en las empresas y organizaciones, estamos creando un mundo más justo», explica Comesaña, que recibió el reconocimiento en la categoría «Empresarias».
El camino hacia el reconocimiento
Precisamente, la suya fue una carrera de fondo, «lenta, pero positiva», en la que vivió la evolución del valor del papel femenino en la banca. Comesaña recuerda el «techo de cristal» que caracterizaba el sector décadas atrás. «Hace 25 años, a lo único que podíamos aspirar las mujeres, especialmente en los bancos más tradicionales, era al puesto de interventor de oficina (subdirector técnico). Hoy tenemos ejemplos de mujeres líderes, como nuestra CEO, doña Mariló Dancausa, que dirige un gran banco, donde las mujeres tenemos acceso a puestos de alta responsabilidad y que ha recibido el galardón de oro por ser durante 3 años una top 100».
Comesaña explica cómo se ha ido rompiendo el techo de cristal con el paso del tiempo, gracias al talento de las personas que han pasado por su empresa, y apuesta por la valía de las mujeres en la actualidad. «En un sector donde la digitalización ha avanzado tanto, las mujeres tenemos mucho que aportar a la hora de diseñar ofertas de valor digitales con una máxima personalización y una excelente experiencia de usuario», reflexiona Comesaña.
La importancia del entorno
Un camino largo y nada sencillo, en el que la directora de Marketing de EVO Banco agradece el apoyo de dos grandes pilares en su trayectoria: su familia y su equipo. «Este reconocimiento me permite agradecer todo lo que he recibido de esas personas que me han acompañado y me han hecho la persona y la profesional que soy. Especialmente, a mi madre, que ha sido el mejor ejemplo de «guerrera» que he tenido. A mi marido, que me apoyó dando un paso atrás para que yo pudiese seguir avanzando y a mis hijos, que aceptaron una mamá que no estaba siempre en casa y que no iba a las fiestas del cole. También a mis jefes, a mis colaboradores y a todos mis grandes amigos».
Pese a las implicaciones personales de ocupar un alto cargo, Comesaña nos cuenta que persistió en su trabajo y logró «resurgir de las cenizas como el Ave Fénix» en los momentos difíciles, gracias a la ayuda de sus allegados.
Una evolución todavía en progreso
Esta evolución del papel de la mujer en el sector, sin duda, sentó los cimientos para las futuras generaciones, algo con lo que concuerda Margarita Álvarez. La fundadora de Working for Happiness tiene claro que el papel de las mujeres en las empresas «es el mismo que tiene cualquier persona que tenga un papel de responsabilidad en una compañía. El de saber que las organizaciones hoy en día son agentes de cambio para la sociedad, y eso supone un privilegio: el de dejar un legado más allá de nuestra actividad empresarial».
Si bien, apunta, en esta ecuación, las mujeres directivas también tienen una responsabilidad, la de ayudar a que otras mujeres tengan las oportunidades que merecen. «Tenemos el papel de “enviar el ascensor abajo, cuando hayamos llegado arriba”», afirma.
«Las mujeres directivas tienen el papel de enviar el ascensor abajo, cuando hayan llegado arriba».
Margarita Álvarez, fundadora de Working for Happiness.
Y es que en términos de igualdad, los avances todavía tienen recorrido. Como afirma Sara Vega, «sin duda vamos avanzando. Cada vez hay más mujeres en puestos directivos y cada vez se les da más visibilidad, pero todavía queda mucho camino por recorrer y mucho trabajo que hacer para conseguir la igualdad real de oportunidades y de reconocimiento entre hombres y mujeres». Además, concuerda con que la responsabilidad es grande: «ser visible para inspirar a otras mujeres es un papel maravilloso que exige estar a la altura y eso hace que la autoexigencia para “cumplir esa misión” crezca», comenta.
Impulsando a las futuras generaciones
La desigualdad es todavía acuciante, pero Vega se muestra optimista e incluso encuentra «apasionante» poder formar parte de un propósito con tanta trascendencia para la sociedad. «Ojalá que mis hijas, que hoy tienen 3 años, ni siquiera tengan que plantearse determinadas cosas que, desgraciadamente, todavía hoy son una realidad para muchas mujeres», cuenta.
«Todavía queda mucho camino por recorrer y mucho trabajo que hacer para conseguir la igualdad real de oportunidades y de reconocimiento».
Sara Vega, directora de Marketing y Comunicación de Fnac.
Desde una perspectiva positiva, ante los avances conseguidos, al nuevo plantel de mujeres que llegan al sector, Margarita Álvarez les recomienda «que disfruten cada paso. Que se olviden de los prejuicios e ideas preconcebidas. Cada camino es un mundo y cada uno de nosotros crea el suyo. Que hagan lo que les llene». Para ella, no existe el error, siempre que se sepa corregir a tiempo, y reconoce que «van a vivir una vida laboral más cambiante y diversa que la de mi generación. Y eso lo hace más complejo, pero también más apasionante».
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