Grandes estrellas de la publicidad, bienvenidos al barro
Es curioso que sea ahora cuando algunos de los grandes publicitarios del mundo alcen las voces contra los premios en festivales. O que se fijen en las grandes posibilidades creativas de las pequeñas acciones para convertirlas, eso sí, en spots, digo Case Study vídeos… presentados a festivales.
Creo, que los grandes nombres de la publicidad, los admirados directores creativos, han descubierto lo que es la verdadera publicidad. Una pelea de barro, que evidentemente, no les gusta.
La semana pasada, en una reunión de una asociación importante de creativos famosos en la que presentaban un evento anual, al anunciar que uno de los ponentes invitados sería el representante de una marca de productos lácteos que está ganando cuota de mercado a velocidad de vértigo sin hacer publicidad convencional, el director de uno de los principales medios del sector se extrañó y preguntó:
—”¿Cómo es posible que invitéis a un festival de publicidad a alguien que no hace publicidad?”
El presidente de la asociación, curtido y premiado con los años, se encoge de hombros y contesta:
—”Los nuevos tiempos son así. Es difícil definir qué es hoy publicidad y qué no lo es. En cualquier caso, esa empresa crea marca y esa marca genera valor económico, y es lo que nos interesa”.
El debate posterior, breve, derivó en la fragmentación de los medios, las audiencias y cosas así, sin que el director de ese periódico de la publicidad pareciera quedarse convencido.
Estimados compañeros de profesión, tengo una mala noticia para vosotros: la publicidad era eso. Siempre lo fue, y lo que hacíais vosotros, otra cosa.
Si algo se repite una y otra vez desde que llegó la crisis y — coincidiendo en el tiempo— aparecieron los medios sociales, es oír quejarse a los anunciantes de que para las grandes agencias, sólo existe el formato televisión. Una película, cara, que se pueda poner una y otra vez. Por eso, muchas agencias sólo consideran como medio digital aceptable YouTube, repitiendo la fórmula del audiovisual, sin ni siquiera adaptarse a las características diferenciadoras del soporte, como ese terrible botón SKIP AD, que en palabras de Pedro Pina, Director Global de Clientes de Google representa el mejor estímulo y el mayor reto para un creativo. Para muchos, es un incordio que se soluciona no dejando al usuario quitar el anuncio. No han aprendido nada.
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