Durante los pasados días 3 y 4 de octubre el World Business Forum, el evento donde mentes inquietas comparten su pasión por los negocios, llenó el Palacio Municipal de Congresos de Madrid. Dos jornadas intensas en las que grandes figuras de la comunidad ofrecían su experiencia y conocimientos en intervenciones, charlas y coloquios.
En esta edición se ha puesto el foco en la ‘Humanification’, la importancia de potenciar al máximo la diversidad y creatividad de las personas para, así, fomentar el éxito de las empresas. En centrarse en aquellos que forman parte de las organizaciones para así desarrollar todo su potencial.
Alberto Saiz, CEO de WOBI, abría la primera jornada con una presentación en la que aseguraba que “vamos a ser las personas las que llevemos las tecnologías a buen puerto”. Tras sus palabras se iniciaba la primera ponencia de la jornada. Tomaba el micrófono Stew Friedman, profesor del programa de liderazgo en Wharton Business School, que dedicó su tiempo a explicar cómo ser un líder en la actualidad y cómo enriquecer la vida de los profesionales en todas sus vertientes.
Para Friedman fue importante recalcar que “hay que buscar la armonía entre las cuatro facetas de nuestra vida: la profesional, la familiar, la social y nosotros mismos” y terminó alentando al auditorio a actuar con autenticidad, integridad, inspiración e innovación para lograr ser mejores líderes.
Posteriormente, tuvo lugar una de las ponencias más esperadas de la jornada. Sir Richard Branson, uno de los emprendedores con más éxito del panorama actual, mostró su insaciable apetito por la creación de nuevos negocios, al tiempo que recalcaba que el emprendimiento debe convertirse en una fuerza para hacer el bien. “Amo la vida, la gente, me encanta aprender y ponerme retos”, confesó. En este sentido subrayaba la importancia de delegar para poder disfrutar y de abordar los problemas sociales y ambientales. Es por eso que acababa hablando de su fundación, Virgin Unit, para declarar: “Si cada empresa se ocupara de un problema que afectará al mundo, acabaríamos con los problemas”.
Las dos últimas conferencias de la jornada tenían a Jonah Berger, Profesor de Marketing en la Escuela de Negocios de Wharton y a Chris McChesney, autor de The 4 Disciplines of Execution, como protagonistas. El primero defendió el poder de la influencia para lograr más éxito, ahondando en cómo esta a veces nos atrae y otras nos repele. El segundo realizó toda una clase de cultura de ejecución estratégica para ayudar a las compañías a lograr resultados a través de una mejor ejecución. Con una gran energía y un mensaje atrayente, McChesney mostró la diferencia esencial entre lo urgente y lo importante.
El segundo y último día de WOBI se inició de la mano de Tamara Erickson, especialista en gestionar entornos multinacionales que, en su discurso, marizó cómo las organizaciones pueden comprometer a sus empleados de manera más efectiva. En su opinión, el liderazgo de hoy se trata de definir un contexto en que los empleados quieran dar lo mejor de sí mismos. Para ello, confesó que la ecuación perfecta es: “Valorar la diversidad y crear valores compartidos al mismo tiempo. En definitiva, un propósito y una causa que una a todos los miembros de una organización”.
La jornada continuó con Jesús Cochegrus, experto en áreas relacionadas con la creatividad y el desarrollo de ideas, que preparó un discurso entorno a la importancia de caminar hacia una cultura que fomente la innovación. En este sentido, lanzó una pregunta al auditorio: “¿Estamos aprovechando la innovación para beneficiar el ser humano?” Para saberlo, confesó: “Hay que ser adivino, disruptivo y estratega. En definitiva, hay que adivinar qué va a querer el cliente antes de que él lo sepa, ayudándose de la abundancia tecnológica y usar la psicología analizando cuatro niveles: necesidad, satisfacer los sentidos, provocar experiencia y fomentar la identidad”.
Rachel Botsman, defensora de la economía colaborativa, centró su ponencia en cómo el poder de la colaboración y la confianza, impulsado por las tecnologías, cambiará la forma de vivir, trabajar y consumir. “La confianza está en sus horas más bajas en lo que a los poderes institucionales se refiere y esto se contagia. Nos hemos dado cuenta de que esto sucede porque la confianza no estaba hecha para el mundo digital”. Para ella, lo importante de la confianza es “ser competente, ser fiable, ser íntegro, y ser benevolente”.
La tercera charla del día corría a cargo de Mauro Porcini, experto en involucrar un pensamiento de diseño en la cultura de una organización. En su opinión, los principales retos de una compañía son: relevancia, velocidad y autenticidad. Según Porcini, hay varios niveles de interaccionar: a través de lo emocional, la interacción y de una relación expresiva. De este modo, los clientes se convierten en prescriptores de la marca.
Para clausurar la edición de 2017 se contó con la presencia del cirujano Mario Alonso Puig, que dedicó gran parte de su carrera en explorar el impacto que tienen los procesos mentales en el despliegue del talento, la salud, la energía y el bienestar. “Para lograr una transformación son esenciales la inspiración y compromiso”, explicó. Asimismo, afirmó: “se piensa más en límites que en posibilidades porque es una cuestión mental. El mundo real es mucho más benevolente que el mundo mental”. Para concluir lanzó al público la pregunta: ¿podemos transformarnos para hacer el bien a nosotros mismos y a los demás?
Los más de 1.400 asistentes del World Business Forum, tanto directivos como ejecutivos, se marcharon, seguro, con una idea inspiradora para aplicar en sus negocios. Los demás deberán esperar a la próxima cita. La siguiente edición tendrá lugar el 9 y 10 de octubre de 2018 y se desarrollará bajo el leitmotive: exponential. Contará con ponentes de la talla de Michael Porter, Tom Peters, Daniel Goleman, Randi Zuckerberg, Juan Enríquez, Kory Kogon o Kelly Peters.